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Hola de nuevo a tod@s. En mi primer viaje de este año nos trasladamos a Tierras de Castilla León a visitar las lagunas de La Nava, Boada y Villafáfila.
Lo primero que me viene a la memoria es el mal tiempo reinante y el acusado frío que pasamos. A pesar de ello, la suerte nos acompañó pues se pudieron ver muchas aves de laguna y esteparias.
Cabe destacar de entre las especies vistas la gran cantidad de ánsares comunes, algunas barnaclas cariblancas, ánsares caretos, ganso barrado de la India, avutardas, ganga ortega, halcón peregrino, gavilán común, aguilucho pálido, abubilla, buitron, y un largo etc.
Salimos temprano de Madrid y llegamos a las 11 a nuestro primer destino que fué las lagunas de la Nava. Como podréis observar por las fotos la niebla y el frío nos acompañaron gran parte del viaje. Concretamente en Villagfáfila no hubo ni un instante en que levantase la niebla y por ello algunas de las fotos que os he subido no son todo lo buenas que me hubiese gustado, aún así os las he incluido.
Este es el estado de los tamarindos a nuestra llegada a la Laguna de la Nava. A las 11 de la mañana había -4 º y niebla cerrada.
El primer ave que nos llamó la atención, pues durante el trayecto ya habíamos visto un sinfín de ellas fue este invernante escribano palustre.
A pesar de los fríos, las cigüeñas blancas estaban ámpliamente representadas en el complejo lagunar.
Nos sorprendió ver una abubilla común en estas latitudes en esta época del año.
Después de haber estado observando y oyendo movimiento de ánsares comunes, el sol empezó a retirar la niebla y pudimos disfrutar un rato de este aguilucho lagunero.
Ya con buen día y unos pocos más grados de temperatura, los ánsares comunes se veían a la perfección. Anteriormente habíamos escuchado a un bando de ánsares caretos pero que no pudimos verlos en los dos días de observaciones. Según una de las personas que cuidan la Casa del Parque se estaba viendo en esos días un bando de una veintena por La Nava.
Los patos cuchara era la especie mas abundante en las lagunas visitadas sin tener en cuenta al consabido azulón.
También pudimos observar algunas parejas de ánades frisos.
Los ánades reales o azulones estaban por todas partes.
Aunque no había tantas como otras anátidas, las cercetas comunes estaban presentes en todas las lagunas.
Ya a eso del medio día, los ánsares comunes regresaban a la laguna para bañarse, beber y descansar un rato antes de volver a salir a los campos de cereal en busca de su alimento. Que bonito era verles hacer cabriolas cuando estaban próximos a las lagunas.
Después del descanso, todos los ánsares se precipitaban para salir en busca de alimento antes del anochecer. Si os fijáis, se puede ver dos machos de ánade rabudo entre los ánsares. Suerte si lo veis.
Alcaudón real meridional.
Garza real.
Jilguero.
Mosquitero común.
Carbonero común.
Bisbita común.
Estornino pinto.
Cernícalo vulgar.
Aguilucho lagunero.
Bustardo ratonero claramente se ve que tiene una fase muy clara.
Milano real.
Aguilucho pálido macho.
Vista general del regreso de los ánsares a la laguna de Boada. Entre los muchos que allí había se observo un Ansar indico o barrado de la india que no salió en ninguna de las fotos.
La entrada hasta la hora que estuvimos allí fue espectacular y al día siguiente me comentaron que se estimaba que entre las dos lagunas había más de 20.000 ánsares. Cifra nada despreciable.
Grupo de ánsares comunes en Villafáfila. Tanto la Casa del Parque como los observatorios permanecieron cerrados todo el día y no pude enterarme de cuantos ánsares se estimaban en este momento en el complejo lagunar. No vimos ni oímos grullas en ninguna de las tres áreas visitadas.
Pareja de tarros blancos. En la Laguna de Boada había un bando de 16 individuos.
Anade silbón.
Colirrojo tizón.
Grupo de pardillos comunes.
Halcón peregrino. Me di cuenta de su presencia al ver que en el camino había una gran cantidad de plumas de paloma doméstica y al mirar lo vi.
Ganga ortega.
Grupo de ganga ortega.
Un bando de avutardas.
Avutardas en vuelo.
Gavilán común.
Bustardo ratonero.
Avutardas en la Nava.
Avutardas en vuelo. La Nava.
Al fondo 4 barnaclas cariblancas enfrente al parking de los observatorios de la Nava.
El escurridizo Buitrón.
Una de las muchas avefrías que vimos.
Ansares comunes.
Este día, el último, la entrada de los ánsares a La Nava era muy tardía y decidimos regresar a Madrid antes de que alguien se congelase de frío.
Ha sido un viaje muy diverso por la cantidad de aves observadas a pesar de los fríos y las nieblas. Es increíble la cantidad de ánsares que hemos visto y oído así como de aves rapaces que estaban continuamente en movimiento en busca de presas.
En resumen un viaje inolvidable.
Hasta pronto,
Luis Sitges
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