Hola a tod@s de nuevo.
Coincidiendo con una invitación de unos buenos y generosos amigos a pasar una semana en República Dominicana, mi esposa, dos amigos y yo nos fuimos al Caribe. Os relato algunas de las aves, árboles y arbustos vistos en ese maravilloso lugar. Ni que decir tiene que la hospitalidad de aquellas gentes es incomparable y hacen que el viaje sea inolvidable.
El primer día lo pasamos en la finca "Los Pirindigos" en el pueblo de La Cuba, provincia de Santo Domingo Oeste. El segundo nos llevaron a las montañas a dar un paseo por ellas en la finca "Sierra Encantada" en Arroyo Frío, Constanza. El resto del viaje lo pasamos en la Casa de Campo de La Romana.
La mayoría de las fauna y flora mostradas en esta entrada pertenecen a éste último lugar.
Aunque el viaje era de relax, mi inquietud hacia la naturaleza hizo que sacase algunas fotos que deseo compartir con vosotr@s.
Pido disculpas por los posibles errores en los nombres aquí recogidos pues la mayoría de la fauna y flora que os muestro son difíciles de encontrar sin una quía apropiada y los nombres pueden cambian dependiendo del País de donde se tenga las pertinentes guías. Bienvenidas sean las correcciones que estiméis hacerme y con ello conseguir que al final los nombres coincidan con lo mostrado.
Cigua palmera (Dulus dominicus). Esta especie es endémica de La Española y además es el ave Nacional de la República Dominicana. Es el único miembro de su género y familia. Se reproduce en colonias que suelen construir en las palmeras y se alimenta principalmente de frutas.
Ghi-cui o barrancoli de pico fino (todus angustirostris) juvenil. Otra especie endémica de La Española. Suelen habitar en alturas superiores a los 1.000 m.
Un grupo de una fruta que deguste y no sabría decir a que se parece. El nombre que he encontrado es el de manzana de agua o pomarrosa (Syzygium malaccense).
Un Chua-chuá o zorzal de patas rojas (turdus plumbeus).
En esta selva tuvimos la suerte de pasear a caballo y luego degustar un magnifico cochino (lechón) en compañía de nuestros anfitriones y sus amigos. No tengo palabras para describir lo percibido y solo se me ocurre decir GRACIAS A TODOS LOS PRESENTES POR TAN MARAVILLOSOS MOMENTOS.
Ya en las montañas divisamos este guaraguao o ratonero de cola rosa (Buteo jamaicensis).
Los árboles estaban llenos de bromelias y helechos.
Los rabiches o huilotas (Zenaida macroura) eran abundantes en todos los sitios visitados. Es una especie en franca expansión debido, principalmente, a la tala de bosques y expansión de la agricultura.
Una bonita orquídea terrestre del género Spathoglottis.
Un Julián chiví o vireo bigotudo (Vireo altilocuus).
Ya en La Casa de Campo de la Romana, uno de los primeros vistos fue este ejemplar de tijereta o fragata real (Fregata magnificens).
Una pareja de cuyayas o cernícalo americano (Falco sparverius) estaba anidando cerca de nuestro alojamiento y todas las mañanas los veía oteando en busca de presas. En este caso se trata de la hembra.
Tuvimos la gran suerte de que los mangos estaban en plena época de maduración y lo demás ya os lo podéis imaginar.
Durante mi estancia, muchos ruiseñores o cenzontle (Mimus polyglottos) observé.
Los flamboyanes estaban en plena floración. Todo un espectáculo.
En la playa de La Casa de Campo de La Romana, me encontré con un grupo de playeros turcos o vuelvepiedras comunes (Arenaria interpres).
Un grupo de los playeros turcos.
El único Parque Nacional que visitamos fue el del Este. Fuimos en barco hasta la Playa de Palmilla y allí, observé esta gaviota cabecinegra o gaviota reidora americana (Larus atricilla). El reflejo verdoso de su inmaculado plumaje blanco se bebe al color de las aguas caribeñas.
En un paseo por los manglares, estos jóvenes de tijereta o fragata real (Fregata magnificens) nos observaban con curiosidad.
Otro ejemplar de tijereta o fragata real (Fregata magnificens).
Aunque más escasos, los charranes reales (Sterna maxima) deambulaban por el lugar.
Algunos pelícanos o pelícanos pardos (Pelicanus occidentalis) también se refugiaban en el manglar.
Una panorámica de las playas del Parque Nacional del Este. Por algo la llaman palmilla a la playa.
Las aura tiñosas o buitre americano cabecirrojo (Cathartes aura) andaban deambulando por muchos rincones de los lugares visitados. Se cree que es un colonizador llegado de cuba a principios de siglo XX.
Un cuatro ojos cabecinegro (Phaenicophilus palmarum) endémico de la isla de La Española. Abundante en todo tipo de hábitats y hasta los 2000 m. de altitud. Se alimenta de semillas, frutos e insectos.
Es impresionante la variedad y cantidad de heliconias que hay en los jardines.
Otra heliconia.
El zumbador grande o mango antillano (Anthracothorax dominucus) tiene una longitud de 11-12 cm. y no se están mucho tiempo quietos. Pueden batir sus alas hasta 50 veces por segundo mientras se suspenden en el aire en busca de néctar o insectos escondidos en las corolas de las flores.
Rolita o tórtola azul (Columbina passerina), abundante en las zonas bajas de La Española. Es el colúmbido mas pequeño de isla.
Un flamboyan de flor amarilla.
Colonia de garzas ganaderas o garcillas bueyeras (Bulbulcus ibis). Es un colonizador de La Española datando su aparición en 1956 y que se ha expandido rápidamente.
Un bonito ejemplar de pelícano o pelícano pardo (Pelicanus occidentalis).
También los Ibirá puitá (Peltophorum dubium) estaban comenzando a florecer. Dado su gran tamaño es un espectáculo digno de ver.
Petigre o petigre abejero (Tyrannus dominicensis). Principalmente insectívora, esta ave es muy territorial y malhumorada llegando a atacar incluso a gatos y perros aunque su tamaño es tan solo de 22-25 cm.
Un macho de zumbador grande o mango antillano (Anthracothorax dominucus) alimentándose del néctar de un ciricote (Curdia dodecandra).
Un judío o ani de pico liso (Crotophaga ani). Sus nidos son muy voluminosos y en muchas ocasiones varias hembras ponen los huevos conjuntamente. Hasta 20 huevos se pueden encontrar en un mismo nido que son depositados en capas de 4 ó 5 huevos que luego son tapados con ramas y hojas. Solamente la última puesta o capa superior llega a eclosionar.
Un sén japonés (Cassia Javanica) también en flor.
Una cigüita común o reinita común (Coereba flaveola) de 10-11 cm. de longitud y 9gr. que se alimenta principalmente de nectar. Para obtenerlo, suele romper la base de la flor en vez de revolotear como los colibrís.
Los tuliperos del Gabón (Spathodea campanulata) también estaban en flor.
El vencejito palmar (Tachornis phoenicobia) es un vencejo muy pequeño, 9-10 cm. y 9 gr., que está presente todo el año y se reproduce en primavera en las hojas de las palmeras reales.
Una garza ganadera o garcilla bueyera (Bulbulcus ibis) con plumaje reproductor.
No se si se aprecia o no en esta foto pero las tormentas eran fuertes. Intensas pero habitualmente breves.
Madam Sagá o tejedor urbano (Ploceus cucullatus). Esta ave es introducida y nativa del sub-Sahara africano. Son reproductores coloniales y sus nidos son tejidos hábilmente con trozos de las hojas de las palmeras que recortan con gran maestría.
El arbol del viajero (Ravenala madagascariensis), por eso estás aquí, como nosotros.
Zaramagullón o zampullin de pico grueso (Podilymbus podiveps) juvenil.
Un detalle de las flores del flamboyan rojo.
Carpintero o carpintero de La Española macho (Melanerpes striatus). Esta especie es endémica de la Isla y debido a sus hábitos alimenticios, preferencia por productos como maíz, naranjas y cacao, se la considera una plaga.
Un bonito Franchipán (Plumeria rubra). Los hay con distintos tonos de flores, amarillo, blanco, rosa pálido, etc.
Este arbusto me llamó la atención pues era visitado por varias especies de aves pero no he podido encontrar su nombre. Parece de la familia de las leguminosas.
Otra cigüita común o reineta común (Coereba flaveola) alimentándose de las flores del susodicho arbusto anónimo.
Un perico o perico de La Española (Aratinga chloroptera). Esta especie es endémica y está amenazado y en serio riesgo de extinción. Sería una pena que esto ocurriera. Los factores determinantes de su declive son la caza, la destrucción de su hábitat y la captura para el mercado de mascotas.
Un nido comunal del ave Nacional de República Dominicana la cigua palmera (Dulus dominicus) en una palmera.
Un macho de chichilín o zanate antillano (Quiscalus niger niger). Esta subespecie es endémica de La Española y, aunque en la foto no se aprecia, tiene la cola en forma de V invertida.
En Isla Saona, este petigre o petigre abejero (Tyrannus dominicensis) no está cantando sino que hacia un calor considerable y está intentando refrigerarse. Todos los que fuimos estaban en el agua menos yo que tengo bastantes alergias y esa misma mañana me metí a nadar y salí lleno de sarpullidos. Igual que si me hubiese bañado en un campo de ortigas. Por prudencia lo único que se me ocurrió fue abrir la boca, al igual que el petigré, pero en verdad no me sirvió de mucho.
Unos peces en Isla Saona. Tirabas unos trozos de pan y el agua hervía con ellos.
Una pareja de Madam Sagá o tejedor urbano (Ploceus cucullatus), el macho atrayendo a la hembra hacia su nido.
Otro ejemplar del endémico o cuatro ojos cabecinegro (Phaenicophilus palmarum).
Otra bonita heliconia.
El macho de cuyaya o cernícalo americano (Falco sparverius) que nos visitaba continuamente.
Una hembra de zumbador grande o mango antillano (Anthracothorax dominucus).
Una Pata de vaca o árbol de las orquídeas (Bauhinia variegata) en blanco.
Cra-crá o garceta verde (Butorides virescens). Visitante habitual de las charcas costeras que se alimenta de peces, insectos y vertebrados terrestres.
En los jardines se podían apreciar multitud de orquídeas como es el caso de este Dendrobium phalaenopsis.
Una hembra de Cigüita de hierba o yerbero carigualdo (Tiaris olivaceus). Este granívoro mide 12 cm. de longitud y pesa unos 9 gr. Es abundante en La Española y se suelen ver en pequeños grupos o aislados forrando en espigas de las gramíneas. Su reproducción es a lo largo de todo el año.
Un macho de Cigüita de hierba o yerbero carigualdo (Tiaris olivaceus). El dimorfismo sexual es evidente.
Un árbol paraguas (Schefflera acthynopilla) muy visitado por insectos y pájaros nectívoros.
Otro macho de Carpintero o carpintero de La Española (Melanerpes striatus). El pico de los machos es bastante más largo que el de las hembras y el rojo de la coronilla es sustituido por el negro.
Zaramagullón o zampullin de pico grueso (Podilymbus podiveps) adulto en plumaje nupcial.
Otra Cra-crá o garceta verde (Butorides virescens).
Las Vandas, de la familia de las orquideas y una de mis favoritas, estaban adornando muchos jardines.
Unos bonitos frutos de la Palma de Filipinas (Vietchia merrillii).
Ruiseñor o cenzontle (Mimus polyglottos).
Una Pata de vaca o árbol de las orquídeas (Bauhinia variegata) esta vez en color fucia.
Algunos potos (Epipremnum aureum), como el de la foto, llegan a alcanzar un tamaño descomunal si lo comparamos con nuestras plantas de interior. Las hojas maduras pueden medir el metro de longitud y unos 45 centímetros de ancho.
Un macho juvenil en plena muda a adulto de zumbador grande o manto antillano (Anthracothorax dominucus).
Vimos muchas mariposas pero esta fue la que se quedó quieta lo suficiente para ser retratada.
Otra bonita heliconia.
Y para terminar, esta cigua palmera (Dulus dominicus) que estaba construyendo su nido muy cerca de la casa donde pasamos esos maravillosos días. Como ya os comenté, es el ave Nacional de La República Dominicana.
Que suerte tenéis los Dominicanos por tan bella tierra, desde las altas montañas hasta las maravillosas playas caribeñas, espectacular fauna y flora, y unas gentes que son difíciles de olvidar por su hospitalidad y peculiar carácter.
Gracias de nuevo y Hasta pronto.
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