Hola a tod@s.
Esta vez os cuento algunas de las aves que pude observar en un paseo matutino en la zona de El Pardo norte. Era a principios de octubre y cuando llegamos había bastante berrea aunque los ciervos no estaban a tiro de foto. Es espectacular el ruido que pueden llegar a hacer estos animales en pleno celo.
La mañana era soleada y aunque un poco fría enseguida se calentó el ambiente.
La mañana era soleada y aunque un poco fría enseguida se calentó el ambiente.
Un alcaudón real a nuestro paso hacia nuestro destino final. Hay que ver lo que les cuesta estarse quietos un rato.
Un rosal silvestre muy concurrido. En esta foto se puede ver a una curruca cabecinegra.
En esta otra, un macho de curruca cabecinegra (superior izquierda) y un macho de curruca capirotada (inferior derecha).
Una mejor de curruca capirotada macho.
Una cogujada montesina. Muchas vimos a lo largo del camino. Siempre me ha llamado la atención la longitud de las uñas de los dedos traseros en las alondras y bisbitas.
Otro indicativo de la llegada del otoño, una levantameriendas.
Ya os dije que había bastantes cogujadas montesinas.
Un bonito macho de colirrojo real que aun estaba por los alrededores. Me imagino que no tardará en tomar rumbo a Africa para pasar el invierno.
En este caso es una hembra de la misma especie.
Aunque no vi muchos, algunos jilgueros andaban alimentándose de semillas de cardo que tanto les gustan.
Pocos rabilargos vimos durante la mañana aunque tampoco anduvimos por sus lugares más frecuentados de El Pardo. En este caso, la preferencia era poder observar buitres negros y águilas imperiales ibéricas.
También merodeaban por los campos de ganado las collalbas grises.
Un colirrojo tizón macho que no necesita ir hasta Africa para pasar el invierno. Muchos están durante todo el año en España pero, por el invierno, se nota que aumenta su presencia al llegar los que huyen de los fríos de centro Europa.
Aquí una hembra de la misma especie.
Curruca cabecinegra macho pero esta vez posada un una zarza.
Algunas alondras totovías pudimos observar.
También vimos varias tarabillas comunes como este macho de la foto y algunas norteñas en paso.
Ya cuando comenzaba a calentar la mañana los buitres leonados comenzaron con sus ascensiones para ir en busca de alimento.
También los buitres negros empezaron a moverse aunque son mucho menos numerosos que los leonados.
Este buitre negro está anillado pero me fue imposible ver los números para saber de que individuo se trata.
Otro par de buitres negros.
Un buitre leonado que pasó más bajo que los anteriores.
Una hembra de tarabilla común.
Ya pegados a la valla de El Pardo esta gama nos dio pena a todos por el estado en que estaba. Mas delgada imposible.
Sin embargo su acompañante no lucia ningún mal aspecto.
Con los nervios de no querer perderse esta ave, todos nos apoderamos de los prismáticos como si se tratase de una película de vaqueros en la que varios malos se enfrentan a un duelo, pero este ejemplar adulto de águila imperial ibérica nos deleitó un buen rato mientras remontaba hasta que desapareció. Como era de esperar, con paciencia y buena vista, no es difícil observar esta maravillosa ave tan cerca de Madrid Capital.
Solo durante un breve espacio de tiempo pudimos observar a esta carruca mirlona occidental o eso nos pareció a la mayoría por su tamaño de cuerpo y pico fuerte.
Un busardo ratonero.
Otro buitre negro.
Una tarabilla norteña.
Un triguero.
Otra curruca capirotada macho. La hembra andaba por la zarza pero no se dejó fotografiar.
Un macho de collalba gris en plumaje de invierno.
Este milano real nos enseño sus garras aunque me imagino que sin ninguna mala intención.
Y para finalizar, otra águila imperial ibérica posada en una torreta de alta tensión. A esta si la pudimos disfrutar durante mucho tiempo, pues cuando decidimos irnos aun continuaba en esta curiosa atalaya.
Durante esa mañana vimos a esta majestuosa ave en tres ocasiones distintas.
Saludos y hasta la próxima.
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