Hola a tod@s de nuevo. En primer lugar os quiero agradecer la cantidad de visitas que estoy teniendo de estos blogs y sus comentarios pues con ellos siempre se aprende. He de reconocer que disfruto muchísimo haciéndolos (claro está que no tanto como cuando estoy campeando pues aquí la adrenalina no se me dispara) aunque no es poco el trabajo que hay que hacer para que queden medianamente bien.
Esta vez la visita que os relato la realicé el lunes 27 de enero a la Comarca de Campo Arañuelo situada en la provincia de Cáceres y más concretamente al Parque Ornitológico de Arrocampo, en la localidad de Saucedilla, y a la finca de El Pizarral. En esta ocasión el frío brillo por su ausencia que ya pensaba yo que ya iba siendo hora.
El objetivo prioritario de esta visita era el avistamiento de determinados ejemplares de aves que están relacionadas con los humedales y que son difíciles de observar. Para no cansaros os menciono tres especies: Avetoro común, Calamón Común y el Pechiazul. Que aunque los dos primeros tengan el apelativo de común, en mi humilde opinión, no les hace justicia.
A tal fin, la excursión partió temprano de Madrid y avistamos el embalse de Arrocanpo a eso de las 10 de la mañana. En ningún momento pensé que íbamos a tener tan inusual suerte de cumplir los objetivos previstos y con muchas propinas inesperadas. Una cosa es ver simplemente pájaros, como se dice vulgarmente, y otra más difícil es reconocerlos y además que puedas fotografiarlos para compartir lo observado con los demás.
El primer individuo, ya una vez pie en tierra, que me llamó la atención es este visitante invernal, en esta latitud, de nombre Bisbita Común.
A los pocos segundos, miro a la derecha pues había visto posarse algo y me encuentro con este precioso ejemplar de Elanio Común que tanto me gusta. Después, nos dirigimos a la oficina del Parque a ver que nos cuentan sobre los tipos de aves que hay en estos momentos por la zona. Somos atendidos por Alcalde de Saucedilla, D. Urbano García Cruz y la persona encargada de dicha oficina Dª Mahadia Rhrib . Muy amablemente nos indican donde debemos acudir para ver determinadas aves.
¡Caramba!, que triplete más inusual conteniendo una de las aves de nuestros objetivos. De izquierda a derecha, Calamón Común, Agachadiza Común y Garceta Común. Las dos primeras difíciles de fotografiar y sobre todo la Agachadiza que siempre que la ves es tarde para ser fotografiada pues sale en estampida haciendo unos quiebros impredecibles. Un bonito e inesperado regalo a menos de 100 metros del comienzo de la excursión. Mis nervios se iban serenando pues ya había merecido la pena visitar la zona con lo visto hasta el momento.
Otra reiterativa muestra de esta impresionante ave, el Calamón Común.
La última de este espécimen para el deleite de todos.
En el primer observatorio nada destacable, pero según nos dirigimos al segundo surge, de entre las junqueras, este pajarillo huidizo de nombre Buitrón que se para a observarnos sin saber que nosotros teníamos más interés que él en verle.
Ya en el observatorio segundo nos pasa por la cabeza este bonito Cormorán Grande con su librea reproductora preparada.
Desde el observatorio 3 se ve este muro de hormigón que tiene por objetivo reconducir el agua que abastece la Central Nuclear de Almazáz y que sirve para que descansen estos Cormoranes Grandes y albergar algunos nidos de Cigüeña Blanca.
Las Fochas Comunes abandonan su elemento más apreciado, la seguridad del agua, y salen a alimentarse a esta pradera regentada por un nutrido rebaño de vacas.
Muy cerca del observatorio y ajeno a nuestra presencia se pasea tranquilamente por el embalse este Zampullin Común que aun no ha cambiado a su más llamativo plumaje nupcial.
El segundo objetivo a la vista, el Avetoro Común acercándose al observatorio. Rara ave de pocos movimientos y difícil de otear entre los juncos pues su mimetismo es increíble. Cuantas horas habré pasado observando con los prismáticos las junqueras y en que pocos casos he obtenido resultados. En este caso nos encontró él a nosotros.
Aunque paso por delante, mis nervios eran tales que no pude obtener mejores fotos de este ejemplar. Pense que había un terremoto de poca intensidad, 2,2 en la escala de Richter, pues el teleobjetivo temblaba a la par que mis manos.
Ya de regreso hacia el primer observatorio nos sobrevoló este grupo de Jilgueros que me imagino que andaban a la búsqueda de las semillas de los cardos, una de sus comidas predilectas. Para poder extraerlas la naturaleza les ha dotado de un pico largo y fino único en el género de los fringílidos.
Un poco más adelante vimos a placer a esta hembra de Escribano Palustre.
Muy cerca nos observaba esta hembra de Tarabilla Común.
Aunque estábamos en pleno mes de enero esta Golondrina Común ya había llegado de su migración desde las lejanas tierras africanas.
Y en el mismo lote de las Golondrinas volaba este Avión Roquero con sus características manchas blancas en las plumas de la cola.
Aunque ya habíamos visto muchos Alcaudones Relaes Meridionles, este fue el primero que se quedo quieto el rato suficiente para ser retratado. Estaba posado encima del segundo observatorio oteando en busca de alguna presa.
Momentos después, pudimos ver esta Garza Real que se precipitaba al refugio de los juncos.
En el camino al observatorio de Cerro Alto nos sorprendieron estos dispares amigos. La Garcilla Bueyera y un toro Limousin, que no buey. Esta ave suele verse en compañía de la ganadería debido a que se aprovecha de los animalillos que espantan de sus escondrijos estos mamíferos mientras pastan.
Ya en Cerro Alto, lo primero que divisamos fue esta Cogujada Común. En este enclave esperábamos poder observar al Pechiazul, el tercer objetivo, pero por mucho que me fijé no hubo suerte.
En los prados cercanos al observatorio nos sorprendió un nutrido grupo de Rabilargos, como de unos 20 individuos. Este córvido nada más se puede observar en algunas zonas de España y en Asía habiendo varias teorías sobre su existencia en la península.
Un polémico ejemplar de Bengalí Rojo pues proviene del Sur de Asía y se ha establecido en la Península como consecuencia de escapes de aves traídas para el comercio, aves de jaula, por el bonito colorido rojo del macho en fase reproductora. En este caso no porta el característico plumaje rojo por estar fuera de la época de cría. Esta especie ha sido incluida en el Catálogo Español de Especies como exótica invasora.
En la charca cercana al observatorio nos encontramos con esta Gaviota Reidora.
Después de un tentempié, nos dirigimos a los caminos que se adentran en la finca de El Pizarral para ver aves de dehesa y en busca de las rapaces típicas de estos parajes. El camino está salpicado por multitud de charcas en las que pudimos ver a este ejemplar de Cigüeña blanca que aunque está muy vista no deja de ser hermosa.
En una de las charcas había este bando de Anades Frisos. De entre las anátidas, pudimos observar ademas de los ya mencionados, Cerceta Común, Cuchara Común y Anade Azulón.
De entre las rapaces, este Milano Real nos observaba con curiosidad y me quedé con la duda de quien observaba a quien.
Los Bustardos Ratoneros estaban en pleno cortejo nupcial.
En todo el trayecto pudimos observar a placer multitud de Avefrías Europeas.
Sorprendente la actitud de este Martín Pescador que se mantuvo en esta roca a los pies de una de las charcas sin que le importase lo más mínimo nuestra presencia. Que preciosidad de ave.
De regreso a los miradores del Parque Ornitológico en busca del codiciado Pechiazul pudimos observar a multitud de Lavanderas Blancas que aunque se ven por todos los lados, no dejan de ser bonitas.
También se dejaban ver con total impunidad los Mosquiteros Comunes, residentes invernantes en España y que no paran quietos ni un segundo. Bueno en esta ocasión si se detuvo unos segundos.
Aunque la zona es muy propicia para avistar Aguiluchos Laguneros, en esta excursión vimos menos de los esperados.
Cuando ya había perdido toda esperanza de cumplir con el tercer objetivo, vi que salia de entre los juncos este precioso macho de Pechiazul aunque a un contraluz que me hizo temer por la toma fotográfica. A pesar de todo, aquí está y yo más contento que unas castañuelas agradecido por tan especial regalo.
El mismo individuo en una postura muy típica de esta especie que la hace reconocible a mucha distancia a pesar de su pequeño tamaño. Por lo que a mi se refiere, ya me había relajado y los nervios se habían esfumado.
Muchos fueron los Gorriones Morunos que vimos a lo largo de la jornada.
También nos deleitamos con la presencia de las Tarabillas Comunes a lo largo del día. En este caso es un bonito macho.
El día iba pasando y antes de empezar a pensar en recogernos, pudimos observar a este macho de Cernícalo Vulgar cerniéndose en busca de alguna presa para la cena.
Casi a punto de recoger los bártulos para ir a la furgoneta, me llamó la atención la huida desesperada de estos Gorriones Morunos hacia unas zarzas y salí del observatorio para ver quien había sido el autor de semejante estampida.
El causante había sido este Elanio Común que como se puede apreciar en la foto ya había cenado en abundancia y se dirigía a su refugio nocturno.
Ya en el camino de vuelta, algunas ardeidas regresaban a la protección de las junqueras del embalse para el pernocte. En este caso esta preciosa Garza Real se dejó fotografiar de manera especial.
También vimos a lo largo de la jornada tres individuos de Garceta Grande que cada año se deja ver con mas asiduidad en esta región.
Bueno, resumiendo que ya va siendo hora, un día inolvidable en el que pudimos disfrutar de un tiempo maravilloso, una diversidad de aves increíble y algunas de ellas muy difíciles de pajarear.
Espero que os guste este reportaje y hasta la próxima.
Saludos,
Luis Sitges
Muy chulo Luis, muy bonitas las fotos.
ResponderEliminarEntre ellas me llama la atención la 14, de la que dices un triguero. ¿no sería una hembra de escribano palustre?
Un saludo!! y muy chulo todo!!
Gracias Paquito, me alegro que te gustase. Tienes toda la razón es una hembra de Escribano Palustre. !Cachis¡ con la hembra.
ResponderEliminarUn saludo,
Luis Sitges