ESCURSIONES GUIADAS DE BIRDING, GUIDED BIRDING TRIPS

lunes, 29 de octubre de 2012

BIRDING PARQUE NATURAL DE ARRIBES DEL DUERO, SPAIN

SPAIN BIRDING TRIPS

El Parque Natural de Arribes del Duero es un espacio natural protegido situado al suroeste de la provincia de Zamora y al noroeste de la provincia de Salamanca y sirve de frontera con Portugal. Cuenta con una superficie total de 106.105 ha. en la parte española y de 85.105 ha. en la Portuguesa lo que sumado casi alcanzan las 200.000 ha. que convierten a este Espacio Protegido uno de los mayores de Europa. La parte Española fue declarada ZEPA en el año 1990.

El paisaje lo componen extensos cañones por donde discurren los ríos Duero y afluentes de éste y una zona limítrofe de penillanura o zona más elevada que hacen de este lugar que coexistan dos tipos de climas. En las depresiones se da un microclima mediterráneo al estar protegidos de los vientos y al absober más el sol las paredes rocosas. En los terrenos más elevado se da el clima continental más frío y típico de la provincias de Castilla y León.

Además de ser un paraje privilegiado en cuanto a su belleza, es un espacio donde se pueden observar a lo largo del año casi 200 especies de aves, 47 de mamíferos y 27 de reptiles. En verano cuenta con aves tan emblemáticas como la cigüeña negra y el alimoche común. Como residentes cabe destacar la presencia de buitre leonado, águila real, águila azor perdicera, halcón peregrino, búho real y chova piquirroja, entre otras.

Como en casi todos mis viajes, es imposible no ir fijándote en otras aves que pueden aparecer en el recorrido y además como está un poco lejos de Madrid, decidí pasarme por el embalse de Azud de Riolobos a ver como estaba la cosa por allí.

Deseo pediros disculpas por anticipado por la poca calidad de las fotografías pero el tiempo no me acompañó en esta ocasión. La lluvia fue tenaz y persistente durante la mayor parte del viaje. Por un lado disfruté con ella pues los campos la necesitan pero las fotos bajan mucho de calidad con los días oscuros y lluviosos.


En el camino me encontré con una magnífica pareja adulta de águilas imperiales ibéricas.


El otro ejemplar de la pareja. Además durante el trayecto pude ver sobrevolando Castilla y León  una gran cantidad de milanos reales, busardos ratoneros y en menor número buitres leonados y negros.


Muchas cogujadas comunes había en el camino que va a Azud de Riolobos.


Busardo ratonero a la salida de la autopista.


Ya en el embalse lo que más había eran ánades reales y cormoranes grandes.


Los amerizajes de los cormoranes grandes son un tanto precarios.


Un bando de los mismos pájaros que llegaban al embalse.


Algunos pardillos comunes merodeaban las tierras castellano leonesas.


Otra cogujada común.


Un bonito macho de aguilucho pálido.


Ya en mi destino final y para no alargar mucho este relato, me fijé en este pito real que a falta de árboles se posó en un poste de hormigón y durante un rato estuvo buscando insectos que comer.


En la presa de La almendra pude contemplar a una pareja de halcones peregrinos sobrevolándola. El embalse estaba bajísimo y no alcance a ver nada digno de mención.


El otro ejemplar de la pareja.


Una toma desde el aparcamiento del dique de la presa.


Después puse rumbo a Masueco para observar el Pozo de los Humos por si algun águila azor perdicera se pasaba por el lugar. No hubo suerte pero pude observar como un gavilán intentaba cazar unas palomas y después unos aviones roqueros. Como era de esperar, el salto no tenía nada de agua.


Algunos buitres leonados entretuvieron mi estancia en este lugar.


Después, viendo que el día iba conforme a lo previsto, empeorando, me trasladé a Aldeavilla de la Rivera para visitar los miradores del Picón de Felipe y los del Fraile. Enseguida empezaron a llegar chovas piquirrojas que venían a buscar el refugio de los roquedos para pernoctar.


Una panorámica del Duero desde el Picón de Felipe.


Lo más destacable, a parte de las chovas, la gran cantidad de buitres leonados que estaban por el lugar.


Durante mi contemplación del maravilloso paisaje, este petirrojo vino a hacerme una visita.


Los roquedos de enfrente del Picón están llenos de las huellas que dejan los buitres al posarse y elegir siempre los mismos lugares para descansar.


El rústico mirador del Picón de Felipe. Como padezco de un cierto vértigo, mis observaciones siempre eran desde el punto más alejado del precipicio.


Otra pareja de chovas piquirrojas.


De regreso al aparcamiento, pude observar un bando de rabilargos. Este fue el único que permaneció un poco más quieto encima de la fuente donde habían ido a beber.


Esta planta, Phytolacca americana, me llamo la atención por el colorido de sus frutos. Este dato me lo ha revelado Juan José Ramos al que se lo agradezco de todo corazón. Se trata de una planta del norte de América que es invasora en nuestras latitudes y además venenosa.


Una panorámica de una bonita formación rocosa.


La noche la pasé en unas bonitas y cómodas casas rurales, Orgullo Rural en Bermellar, a las que me había invitado José Manuel Piñel y que coincidí con Xavier Martín. Desde aquí quiero agradecer a Pepe tan amable invitación y el trato que nos brindó. Gracias Pepe.
Por la mañana, a pesar del mal tiempo reinante, Xavier y yo nos embarcamos en la aventura de ver que podíamos observar a pesar de la insistente lluvia y frío. Lo primero que vimos fue este grupo de perdices rojas, las primeras que veíamos los dos.


Un cernícalo vulgar, aunque no se vea bien.


En un momento determinado Xavier, a pesar de la cuantiosa lluvia que estaba cayendo, decidió ir a mirar unos roquedos con prismáticos y al poco rato de estar mirando me llamó para que saliese del coche y viese esta maravillosa pareja de águilas azor perdiceras. Uno de los ejemplares vimos que tenia una especie de transmisor o algo que está enganchado en sus patas. Imposible descifrar con los prismáticos y menos aun con tan malas fotos. De todos modos fue un momento inolvidable a pesar de todo. Gracias Xavier por salir en el momento preciso y en el lugar adecuado. El resto de fotos pertenecen a los mismos ejemplares.






De vuelta en al refugio del coche, pudimos observar como esta empapada abubilla andaba en busca de algún insecto que comer.


El observatorio de aves que está situado enfrente de un muladar cerca de el mirador de las Janas en Saucelle.


Foto tomada desde el observatorio hacia el muladar pero no había carroñeras que observar y no era de extrañar.


Panel informativo en el mirador de Las Janas. Con buen tiempo hubiésemos estado un buen rato observando aves pues la vista es increible.



Una panorámica desde el mirador.


De paseo por los carriles pudimos observar a un grupo de bisbitas pratenses.


También había algunas lavanderas blancas.


Tarabilla común macho.


Los higos chumbos estaban como para comérselos.


Al día siguiente, pues yo me quedé en la casa rural con Pepe de charleta y con la esperanza de que el tiempo me diese una tregua, decidí poner rumbo de vuelta a casa y ver que podía encontrarme pues la tregua nunca llego. Lo primero que vi fue este alcaudón real.


Esta collalba gris estaba empapadita.


También pude ver algunos azores comunes.


Un pica pinos macho.


Este búho real me compensó el retrasar el viaje hasta el día siguiente.


A pesar de la pertinaz lluvia a este triguero no parecía importarle. Trinaba como si tal cosa.


Algunos milanos reales se atrevían a salir de sus refugios en busca de alimento.


En el día y medio que anduvimos por los Arribes, pudimos ver muchos zorzales comunes y charlos. En este caso se trata de un charlo.

Espero no haberos aburrido mucho pues ver, habéis visto poco, por la mala calidad de las fotos. Me hubiese encantado poderos mostrar mejor lo que la visita deparó pero el tiempo lo impidió.

Hasta pronto.